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Un accidente causado por imprudencia puede ser sancionado administrativa o penalmente, dependiendo de la gravedad del daño ocasionado y del comportamiento del conductor. Las normativas aplicables incluyen el Código Penal y la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.

1. Sanciones administrativas:

Multa económica:

Las infracciones que no causen lesiones graves o muertes se sancionan con multas de hasta 600 € si la conducta es calificada como grave.

Pérdida de puntos:

Dependiendo de la infracción (exceso de velocidad, uso del móvil, etc.), se pueden perder entre 4 y 6 puntos.

Retirada temporal del carnet:

En algunos casos graves, las autoridades administrativas pueden suspender el carnet por un período de hasta 6 meses.

2. Delito penal (imprudencia grave o menos grave):

Imprudencia grave (artículo 142 y 152 del Código Penal):

Si el accidente resulta en la muerte de una persona o lesiones graves y es causado por un comportamiento imprudente grave (exceso de velocidad extremo, conducción bajo efectos del alcohol, etc.), las penas incluyen:

Prisión: De 1 a 4 años en caso de muerte.

Multa: Diaria, proporcional a los ingresos del infractor.

Retirada del carnet: Hasta 6 años.

Imprudencia menos grave:

Se aplica cuando el daño causado es menor, pero hubo negligencia por parte del conductor.

Sanciones:

Multas económicas.

Trabajos en beneficio de la comunidad.

Retirada del carnet de 1 a 4 años.

3. Indemnización a las víctimas:

El conductor responsable deberá indemnizar a las víctimas por los daños materiales, lesiones o perjuicios sufridos, conforme al Real Decreto Legislativo 8/2004, de responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor.

Si enfrentas sanciones por un accidente, es fundamental contar con un abogado especializado para defenderte adecuadamente y negociar indemnizaciones en su caso.